Entrepreneur, lover of literature, self-taught, determined, and with a passion for what she doesde cabecera
Since she was a child, she had a lot of determination, she knew what she wanted and how to achieve it, each step taken throughout her life has been strategic, thanks to the experience, she understood that the effort is worth it, but don’t put work before your own well-being.
Born in Heredia, Costa Rica, on September 27, 1988, Hellen Morales is a woman of virtue and conviction. He studied elementary school at the Escuela Central de Jacó and high school at the Colegio Tecnico Turistico de Jaco.
From a very young age, she knew that her future was in tourism, so she studied as a Medium Technician in Hospitality and Special Events, in addition to several courses related to it.
She started working at the age of 18, making reservations for a tourism company, and then collaborated in the operation of a catamaran for two years and later as a reservations supervisor at a hotel.
Since 2008 she joined in a formal relationship with Christian Salazar, who, tired of working for others, made the decision to create his own company: Costa Rica Holiday Rentals.
Hellen Morales was very strategic and decided to work for other companies, to later apply the experience and knowledge that she could bring to the family business. This is how in 2019, already with several years of knowledge in the tourism business, mainly in the area of reservations, tours, and reception, Hellen felt that it was time to work with her partner and put into practice all the learning she had acquired in other companies.

When she started working at Costa Rica Holiday Rentals she was in charge of making reservations, tour sales, and transportation services, now in addition to her daily tasks, she has administrative responsibilities for the company.
Different situations and experiences helped her to value every moment and the importance of taking care of herself, physically and emotionally, now she has a golden rule: no matter how much work there is and how tired the day is, dinner time is sacred and should always be done in the family. This has allowed the Salazar-Morales to have control between their relationship and the company.
For Hellen, who is the mother of a 10-year-old girl: Alana Valeria; As for any parent, doing business and carrying a family is complicated, but she ensures that she always takes time out; Although there are days when she works late into the night, she always tries to take an hour off to exercise, spend time with her family, and recharge her batteries.
She is a determined woman and when she proposes a goal she can stand all day until she achieves it, she daily takes a class of functional routines. Since she was a child she has lived on the beach, so she has a great connection with water and waves, she likes to walk, ride a bike and read, especially literature and novels: Paulo Coelho’s books can’t be missing from her table. Sunsets are the antidote to all its ills, especially when it has had a difficult day.

For Hellen, the hardest thing about being an entrepreneur is being aware that when working independently you don’t get a monthly salary; you have to look for it. The feeling of uncertainty and the sharp voice that resonates in the head, questioning whether it will work or not, are for Hellen the greatest enemies of every entrepreneur.
According to Morales, responsibility, organization, motivation, desires to overcome, the desire to work hard, and the approach of goals are key for every entrepreneur. Her father, Edgar Morales, who is Carpenter (artist of furniture creation) and former Red Cross member, and her mother, Hilda González, always instilled in her, and her sisters the passion for work, family, and helping others.
On her work board, it is always written: «I love what I do», a phrase that has become the engine that drives her to face the greatest adversity and move on when she stumbles, because if she is sure of anything it is that dreams are only achieved when you work hard.
Emprendedora, amante de la literatura, autodidacta, determinada y con pasión por lo que hace.
Desde niña tuvo mucha determinación, sabía lo quería y cómo lograrlo, cada paso dado a lo largo de su vida ha sido estratégico, gracias a la experiencia logró comprender que esforzarse vale la pena, pero no hay que anteponer el trabajo por encima de su propio bienestar.
Nacida en Heredia, Costa Rica, el 27 de septiembre de 1988, Hellen Morales es una mujer de virtud y convicción. Estudió la primaria en la Escuela Central de Jacó y la secundaria en el Colegio Técnico Turístico del mismo lugar.
Desde muy joven sabía que su futuro estaba en el turismo, por lo que estudió un Técnico Medio en Hotelería y Eventos especiales, además de varios cursos relacionados a este tema.
Inició a trabajar desde los 18 años, haciendo reservaciones para una empresa de turismo, luego colaboró en la operación de un catamarán por dos años y después como jefa de reservaciones en un hotel.
Desde 2008 se unió en una relación formal con Christian Salazar, quien cansado de laborar para los demás tomó la decisión de formar su propia empresa: Costa Rica Holiday Rentals. Hellen Morales fue muy estratégica y decidió trabajar para otras empresas, para luego aplicar la experiencia y conocimiento que le podía brindar al negocio familiar.
Es así como en 2019, ya con varios años de conocimiento en el negocio del turismo, principalmente en el área de reservaciones, tours y recepcion, Hellen sintió que era el momento de trabajar con su pareja y poner en práctica todo el aprendizaje que había adquirido en otros lugares.
Cuando inició a trabajar en Costa Rica Holiday Rentals se encargaba de hacer las reservaciones, ventas de tour y coordinación de transporte, ahora le toca la parte administrativa de la empresa.
Lidiar con el tiempo no es problema para Hellen, ha aprendido el valor de cuidarse a sí misma antes que cualquier otra cosa. Diversas situaciones y experiencias le ayudaron a valorar cada momento y la importancia de cuidarse física y emocionalmente, ahora tiene una regla de oro: no importa cuánto trabajo haya y qué tan casando sea el día, la hora de la cena es sagrada y siempre debe hacerse en familia. Esto ha permitido a los Salazar- Morales tener el control entre su relación y la empresa.
Para Hellen, quien es madre de una niña de 10 años: Alana Valeria; al igual que para cualquier progenitora, hacer negocios y llevar a cuestas una familia es complicado, pero asegura que siempre se saca el rato; aunque hay días en los que trabaja hasta altas horas de la noche, siempre trata de darse una hora de descanso para hacer ejercicios, compartir con la familia y volver a cargar pilas.
Es una mujer decidida y cuando se propone un objetivo puede estar en pie todo el día hasta lograrlo, diariamente toma una clase de rutinas funcionales. Desde pequeña ha vivido en la playa, por lo que tiene una gran conexión con el agua y las olas, le gusta caminar, andar en bicicleta y leer, especialmente literatura y novelas: Los libros de Paulo Coelho no pueden faltar en su mesa. Los atardeceres son el antídoto para todos sus males, en especial cuando ha tenido un día difícil.
En el futuro le gustaría que la empresa sea más exitosa y próspera, tener más personal para las diversas tareas que conlleva la operación de esta, le encantaría poder iniciar nuevamente sus estudios en Administración de Empresas para aplicar sus conocimientos.
Para Hellen, lo más difícil de ser una emprendedora es estar consciente que al trabajar de forma independiente no se recibe un salario mensual, tienes que buscártelo.
La incertidumbre y la aguda voz que resuena en la cabeza, cuestionando si funcionará o qué pasará si no sucede son para Hellen los más grandes enemigos de todo emprendedor, sumado a las trabas de los gobiernos a través de los impuestos que ahogan cada vez más a aquellos que deciden abrir su propio camino hacia los negocios.

Según Morales, la responsabilidad, organización, motivación, deseos de superación, las ganas de trabajar duro y el planteamiento de metas son claves para todo emprendedor.
Su padre, Edgar Morales, quien es ebanista (artista para la creación de muebles) y exmiembro de la Cruz Roja, y su mamá, Hilda González, siempre le inculcaron, igual que a sus hermanas, la pasión por el trabajo, la familia y ayudar a los demás.
En su pizarra de trabajo siempre está escrito: “Amo lo que hago”, una frase que se ha convertido en el motor que la impulsa a enfrentar las más grandes adversidades y a seguir adelante cuando tropieza, porque si de algo está segura es que los sueños solo se alcanzan cuando se trabaja duro.