Vanessa Angulo Retana, una emprendedora de corazón social y mente estratégica
Apasionada por las causas sociales, el empoderamiento femenino y el mundo de los negocios, Vanessa Angulo Retana, a sus 39 años y contra todo pronóstico ha logrado cada una de las metas que se ha propuesto a lo largo de su vida.
Nació en San José Costa Rica, un 04 de octubre de 1982. Estudió la primaria en la Escuela de Excelencia Elías Jiménez Castro y la secundaria en el Colegio Gamboa. Es muy autodidacta, lo que la llevó a tener conocimientos en administración y desempeñarse como asistente administrativa, de forma empírica.
Inició a trabajar desde muy joven, su primer empleo fue de vendedora y cajera en una librería de San José, puesto que mantuvo durante cuatro años, para luego convertirse en vendedora más experimentada en Tiendas Carrion, donde laboró por cinco años. También trabajó durante ocho años como recepcionista en Canal 7.
Su interés por las causas sociales la llevó a trabajar por un año en una guardería para niños en riesgo en Desamparados, donde ocupó un puesto administrativo. Esta experiencia y la cercanía que tuvo con niños que atravesaban distintas situaciones complejas, hicieron de Vanessa una mujer más empática por los problemas de los demás y la impulsó aún más por las sendas de las causas humanitarias.
En el 2016 el amor la llevó a Jacó, para acompañar a su esposo, quien años antes se había mudado a esta ciudad para emprender y buscar oportunidades. Llegar a otra ciudad no fue nada fácil para Vanessa, ya que tuvo que iniciar prácticamente desde cero su vida profesional.


Sus primeros empleos en esta ciudad del Pacífico costarricense fueron desde esteticista en un spa, anfitriona en una tour operadora, recepcionista en hoteles y hasta asistente infantil en una escuela bilingüe.
Aunque el mundo empresarial era totalmente desconocido para Vanessa, la motivación de su esposo, un emprendedor nato y cofundador de dos exitosas empresas de administración y venta de propiedades en el Pacífico Central de Costa Rica, la llevó a incursionar en este mercado y aplicar la experiencia que ya tenía en ventas y administración, para ser parte del equipo que logrado llevar al éxito deseado de las compañías de los hermanos Salazar: Jacó Real Estate y Costa Rica Holidays Rentals.
Una pieza clave y de inspiración, que motivó a Vanessa a incursionar en los negocios fue su suegro, Luis Gerardo Salazar, un destacada empresario local, que inició en el mundo empresarial como vendedor de puerta a puerta y sin tener estudios poco a poco construyó un legado familiar que luego heredó a sus hijos: Christian y Daniel Salazar, quienes al igual que su padre, con mucho esfuerzo y dedicación lograron ganarse la confianza y el respeto el mundo empresarial, para ser conocidos hoy en día como los “expertos locales” del Real Estate.
Para Vanessa nunca es demasiado tarde para aprender, por eso, constantemente continúa capacitándose de forma autodidacta, para aportar estos conocimientos al negocio familiar del que hoy forma parte.
Como toda persona apasionada por lo que hace, disfruta día a día su trabajo, pero lo que más le gusta y le genera satisfacción es poder ayudar a las personas a encontrar el hogar de sus sueños y de esta manera aportar a su calidad de vida.

A corto plazo Vanessa se visualiza esforzándose cada vez más para alcanzar sus objetivos, ser mejor profesional y mejor persona. Disfruta mucho compartir su tiempo libre con su esposo y su pequeña hija de dos años, escuchar audiolibros, ir al gimnasio y tararear sus canciones favoritas.
En un futuro no muy lejano le encantaría ayudar a otras mujeres a empoderarse para que se integren al mundo de los negocios. También le gustaría colaborar con fundaciones que trabajen con animales de la calle, para poder dar un hogar a estas criaturas en abandono.
“Son tus decisiones, no tus condiciones las que determinan tu destino”. Esta frase de Anthony J. Robbins, más conocido como Tony Robbins, que representa a la perfección a Vanessa Angulo Retana, quien, con mucho esfuerzo, dedicación, autoaprendizaje y trabajo constante, ha construido su propio camino hacia la meta que se planteó, sin mirar hacia atrás y con la promesa de seguir escalando peldaños, a paso lento pero firme.